«Jackie, ¿estás aquí?»: un senil Biden pregunta en público por una congresista muerta hace un mes
Joe Biden ya no puede disimular su senectud, alimentando las dudas sobre su capacidad para ejercer como presidente de EEUU. Esta vez ha sido durante una conferencia sobre la obesidad y la inseguridad alimentaria cuando, a la hora de agradecer el trabajo de los funcionarios, empezó a preguntar por una tal Jackie.
«Jackie, ¿estás aquí? ¿Dónde está Jackie?». El problema es que la aludida murió el pasado agosto en un accidente de tráfico…
«Creo que ella iba a estar aquí», dijo Biden, quien a los 79 años es el presidente de más edad de la historia de Estados Unidos.
La congresista Jackie Walorski era representante por el estado de Indiana y murió en un accidente de tráfico en agosto. Tras la metedura de pata, Joe Biden emitió un comunicado afirmando que estaba «conmocionado y entristecido».
«La tenía en mente»
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, evitó responder si Joe Biden había olvidado que Walorski estaba muerta y se limitó a asegurar que «la tenía muy en mente»: «Muchos de nosotros hemos pasado por ese momento en particular, ya saben, en el que tienes a alguien en mente y lo llamas».
Y zanjó la cuestión rápidamente: «No lo encuentro preocupante».
Para intentar arreglar el error, Biden se reunirá este viernes con la familia de la congresista fallecida con la excusa de la firma de una ley y rendir «homenaje» a su lucha personal contra la desnutrición.
Joe Biden protagoniza cada vez con mayor frecuencia situaciones que ponen en duda su capacidad como presidente. El pasado agosto, mientras firmaba la Ley de Reducción de la Inflación, una iniciativa clave que contempla más fondos para combatir el cambio climático, aumenta los impuestos a las empresas y amplía las coberturas médicas, quedó en evidencia por las imágenes en que se le veía nuevamente extraviado y que miraba para un lado y el otro como si no supiera dónde estaba.
Ya es cada vez más frecuente ver al octogenario presidente norteamericano tropezando, tartamudeando o cayéndose de una bicicleta, algo que dispara todas las alarmas sobre si está capacitado para llevar las riendas de la Casa Blanca.